La finca ofrece el escenario ideal para hacer una pausa y reencontrarse a sí mismo a través del contacto con la naturaleza. Está idílicamente situado en una zona rural con la montaña del Montgó, el símbolo de Dénia, por un lado y una amplia vista de la costa de Dénia hasta las montañas del norte de Valencia por el otro lado.

La casa fue construida en 1997 sobre una antigua plantación de olivos y almendros y muchos de estos árboles todavía están en la propiedad y junto con los viejos muros de piedra conservan el carácter original de la zona.  

Los lugares sombreados bajo extensos algarrobos o bajo una pérgola cubierta de enredaderas ofrecen el ambiente ideal para las sesiones de qigong y taiqi; bajo los pinos podrá relajarse maravillosamente en una hamaca.

La pérgola en la terraza con su cocina al aire libre es un lugar popular para disfrutar del desayuno, la siesta o las veladas sociales, y la piscina con ducha al aire libre invita a refrescarse. Además, varios bancos distribuidos por la propiedad invitan a observar de cerca las diversas plantas oa picar los árboles frutales (níspero, ciruelo, albaricoque, melocotón, manzano, higuera, granado, naranjo) o la vid.  

La finca tiene un perro amistoso, un gato un poco reservado y ocho gallinas felices que dan los mejores huevos, así como una pequeña huerta donde siempre hay algo para cosechar.